Cada día escuchamos decenas de cifras, algunas de ellas referentes a personas, como las cifras del paro o los muertos en un nuevo atentado. Cifras y más cifras, ayer fueron 20, hoy 17, mañana 58, números que representan personas, pero que estamos tan acostumbrados a escucharlos que se quedan en eso, sólo cifras, al final nos acaba dando lo mismo si ha habido un terremoto y han muerto 100 personas, que mil, mientras sea en un país lejano como Kazakhstan o en la India.
Lo mismo nos pasa con otras cifras que nos afectan de forma más cercana, pero indirectamente, como el número de desahucios, el cual está en torno a los 500 diarios. Volvemos a lo mismo, lo hemos escuchado tantas veces que total, somos 45.000.000 en España, a nosotros no nos afectará.
Pero si te paras a pensar que significa ese 500, 500 familias (pongamos de 2 miembros), 1000 vidas que se ven obligadas a dejar sus casas para vivir en la incertidumbre. Y esto no está tan lejos, nos está afectando a nosotros, lo estamos viviendo en nuestro país. Seguimos igual, otra cifra, en este caso 1000.
1000 veces una vida. Y ¿Qué es una vida? Esa persona que nació, que fue a la guardería, que tuvo un hermano pequeño, que a los 7 años se fue de colonias con el colegio, que a los 9 empezó a estudiar guitarra, que vivió la separación de sus padres, la muerte de un familiar, que se peleaba con su hermano, que encontró a su primera chica, que esta le dejó, que viajó al extranjero, que cada día recibe publicaciones de amigos en su perfil de facebook y que a fin de cuentas puede ser tu vecino, amigo o tú mismo. Y como ese, 999 personas más que se ven obligadas a dejar su casa, su vida cotidiana y tratar de subsistir.
Ahora pongamos el caso en que una persona de mi edad, a punto de empezar la universidad se ve en esta circunstancia; el negocio de sus padres está a punto de quebrar y han dejado de pagar la hipoteca por falta de dinero. ¿Qué le pasará a este joven, que es desahuciado con su familia y no tiene donde ir? Que de tener una vida estable se encuentra con que no tiene un céntimo y que estando a punto de empezar la universidad y así, tener posibilidades de encontrar un trabajo (aquí o en el extranjero) ve que ni puede pagar la matrícula de la universidad y que tiene que sacar dinero de donde sea para si quiera subsistir.
Casos como este pasan a diario, pues, ¿Cuántos se encontrarán en la misma situación día tras día?
Y ahora es cuando me pregunto haciendo una doble reflexión: ¿Realmente valoramos lo que es una vida? ¿Nos damos cuenta de que esas cifras son vidas y que cada vida ha tenido millones de experienciaspropias?
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